Foro Debate. Quimera o realidad. La cuarta transformación de Andrés Manuel
En el marco del Foro Debate del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset México, el analista político Marcos Marín Amezcua presentó su análisis <Quimera o realidad. La cuarta transformación de Andrés Manuel>.
El invitado comenzó su presentación haciendo referencia al interesante momento histórico que enmarca a México con la llegada de una alternancia a los partidos tradicionales.
“La tesitura de ver cambios de gobierno de una forma mucho más rápida después de 70 años en los que solo gobernó un único partido, supone un fenómeno que nos acerca a la realidad de Latinoamérica e incluso a la de España. Ya que estamos observando como en periodos mucho más breves cambios enormes en la política y cambios en las decisiones que afectan a una ciudadanía, cada vez más proactiva”.
Marín destacó el 62% de participación que tuvieron las elecciones del pasado 1 de julio, y calificó la convocatoria de participación ciudadana de "loable”.
Marín llamó a la transición de gobierno que está sucediendo como un traspaso de elites. “De la elite que se quedó atrás con el discurso de ser el nuevo PRI a la otra elite que viene a tomar las riendas que aparentemente es popular, aunque que algunos vengan del viejo PRI”. Y lo comparó con el caso de España, que en 4 años ha renovado rey y ha cambiado a sus principales líderes de los partidos, advirtiendo una diferencia: “En España se está observando un cambio generacional por el que la clase política mexicana todavía no apuesta. Un hombre de 64 años ha jalado el voto joven”.
Como cualidad notable de López Obrador destacó su disposición a trabajar sin descanso. “Incluso cuando se sabía que lo tenía ganado no mermó su capacidad d trabajo, su dinamismo, que no es frecuente en un cargo que está apostando por la presidencia”.
Por otro lado, hizo referencia a la inconsistencia de su discurso en función del público al que iba dirigido, como bien refleja la transformación de sus mítines de 2016 a los de 2018. Parte debida, en opinión del analista, a que los problemas del país se han visto potenciado en los últimos años.
“López Obrador llega al poder con una deuda externa galopante, que representa alrededor del 50% del PIB, las cifras violencia, o las tasas de pobreza, un país mucho más complejo que el que pudiera haber tenido en su primera candidatura”.
En cuanto al ámbito internacional, Marín elogió la rapidez en el acercamiento que se ha producido con el Gobierno de Estados Unidos para construir una relación más armoniosa entre ambos países. "Muchos piensan que si López Obrador logra mantener la cabeza en alto respecto a Trump y consolida la idea de que la necesidad entre países es mutua, será un paso enorme para México” confesó el experto recordando la mala política exterior que ha caracterizado el gobierno anterior. “El sexenio que termina nombró hasta cuatro embajadores de los estados Unidos”.
Como punto débil del gobierno de Morena, el analista enumeró contradicciones y los choques de posturas en el propio partido responsables de generar confusión y dudas en la ciudadanía. “Todavía les queda aprender a manejar la comunicación social”.
En referencia a la opinión generalizada de que la transformación de López Obrador tiene el objetivo de perpetuarse y hacer su república al estilo bolivariano en Venezuela, Marín aclaró que México, al igual que Perú o Colombia, nunca ha entrado en esa dinámica política. “En estos momentos no existe un líder en Latinoamérica que pueda jalar al resto, tampoco existe una relación directa entre México y Venezuela” apuntó.
Como conclusión final Marín criticó la incoherencia de la propagan mexicana. “Lo que es chocante es decir un día que López Obrador es Maduro y otro día decir que es Trump. Un día es Dios, otro el diablo. Hay que decir exactamente lo que gusta o no gusta de López Obrador pero es forzado hablar del mismo personaje y se vuelve propaganda fácil y hueca”.
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